La velocidad de seguridad en el pádel.
En primer lugar, definamos qué aspectos domina un buen jugador, obviando la mentalidad. A nivel técnico y táctico, un buen jugador domina diferentes velocidades de impacto, ya que, según el momento del punto, debemos jugar a una velocidad u otra. También domina las profundidades de bote (la distancia a la red que alcanza la pelota en sus golpes), las alturas de las pelotas que golpea y, por supuesto, las direcciones.
En cuanto al concepto de velocidad, me gustaría explicarlo con una analogía del mundo del motociclismo, del cual soy aficionado.
Imaginemos que me presento con mi moto en un circuito de carreras. En mis primeras vueltas, mi tiempo será tan lamentable que solo puedo mejorarlo. A base de rodar por ese circuito y repetir vuelta tras vuelta, podré ir mejorando mi tiempo, hasta un punto donde sé que si fuerzo más, me iré al suelo.
¿Cómo podría mejorar mi marca? Lógicamente, con más técnica, más entrenamiento y más preparación. (Malcolm Gladwell planteó la teoría de que se requieren 10.000 horas de práctica para alcanzar el dominio en un campo específico). Pero no os desaniméis, solo intento transmitir que para ir rápido necesito mucho más de lo que actualmente poseo, no que sea un objetivo inalcanzable.
Traslademos ese concepto a nuestro maravilloso mundo del pádel. El concepto “ir rápido” en pádel sería ejecutar nuestros movimientos con rapidez e “ir al suelo” sería fallar esa pelota.
Me encuentro en infinidad de ocasiones con jugadores que quieren jugar rápido y, volviendo a la analogía del motor, necesitan más técnica, más entrenamiento, etcétera.
Entonces, ¿cuál es la velocidad de seguridad de los jugadores? Cada uno tiene la suya, pero podríamos definirla de la siguiente manera:
“La velocidad de seguridad es esa velocidad de ejecución en la que no fallamos y nuestro cuerpo mantiene el equilibrio después del impacto”.
Jugar a una velocidad que aún no controlamos y que nuestro cuerpo aún no asimila, nos lleva a cometer demasiados errores. Es un problema común.
Recomiendo a cada uno encontrar su velocidad de seguridad y trabajar para incrementarla gradualmente. Conocer nuestra velocidad de seguridad nos proporciona una referencia y nos permite enfocar nuestro entrenamiento de manera efectiva.
Como ejercicio, podéis intentar realizar 100 impactos (50 por jugador) con sus compañeros en media pista, sin fallar. Una vez que lo logréis, podéis acotar las áreas de juego, por ejemplo, dividiendo el cuadro por la mitad para utilizar un cuarto de pista.